El recuerdo de sus manos,
acariciándote toda,
de sus besos en tu cuello,
de tus pechos en su boca,
de tus dedos traviesos,
rebuscando entre su ropa,
de la humedad de tu sexo,
de aquel volverte loca,
cuando te recorre su lengua
y el manantial se desborda,
entre jadeos y gemidos,
entregándote toda,
hasta que él vacía en ti,
su esencia como una ola.
Hoy te viene a la memoria,
lo vives en los recuerdos,
buscando de nuevo la gloria,
enredada con tus dedos,
gemidos que son historia
y la pasión que es tu anhelo,
te invade tu propia euforia,
explotas tocando el cielo.
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