miércoles, 16 de marzo de 2016

...tan vacia mi casa















Te vas y me dejas
rompiéndome el alma.
amarga la boca,
un rictus la cara.
Asombro en los ojos,
escapa una lágrima,
el silencio me angustia,
me sume en la nada.
Contigo, tu risa,
aquella mirada
que a la luz de su llama,
mis días brillaban.
Y me quedo tan solo,
tan vacía mi casa,
que el tiempo me oprime,
y la vida no pasa.
Se van tus recuerdos
no me dejas nada,
tus caricias, tus besos,
el perfil de tu cara.
No importa ya el tiempo,
si noche o mañana,
me duele el silencio,
el vacío de mi cama.
Despierto en el frío,
la almohada mojada,
ausente tu tacto,
tu piel olvidada.
Y me quedo tan solo,
tan vacía mi casa,
que el tiempo me oprime,
y la vida no pasa.

martes, 15 de marzo de 2016

En pos de libertad










Sigo buscando, quimera,
la dulce tierra que anhelo,
una tierra entre iguales,
no de esclavos y de dueños.
Que no hay ley más cobarde,
que la que impone silencio,
esclavo no es quien padece,
si no quien calla por miedo.
Más yo, sin mirar dios o patria,
ambición, religión o gobierno,
clamo igualdad y justicia,
en la quimera que anhelo.
©Dorvas, 2016

Despertar














Desnudos al alba
acaricia el sol,
acarician mis dedos,
tu piel suave y dorada.
Me acarician tus labios,
a la luz del alba,
encienden mi alma,
recorren mi espalda.
El deseo nos mira,
sonríe y se instala
entre los cuerpos desnudos,
ante la piel que clama.
Y en suspiros y gemidos,
en el fragor de las sábanas,
estallan nuestros sentidos,
a la luz del alba.

Veredas del alma





                                                                             











Es la hora de partir,
caminar hacia la nada,
sin volver la vista atrás,
saludando a la mañana.
Y perderse entre las brumas,
por las veredas del alma,
delante solo el horizonte,
detrás tanto, todo, nada.
Solo importa ahora esa luz
que te ha llamado al alba,
seguir avanzando en el día,
seguir poniendo distancia.
Para entre esa vida que espera,
y esa otra ya pasada,
poder perseguir la quimera,
de la felicidad olvidada.

Adiós













Un beso para un amor
que ya no dice te quiero,
gemidos y susurros fueron
cómplices de sentimientos.
Ta vas mientras me llamas,
me quedo porque te espero,
amo tu risa, tu cara,
la piel que cubre tu cuerpo.
Amo cuando te arqueas
y te estalla el sentimiento,
los suspiros, los gemidos,
la fuerza con que te siento.
Amo tu vida toda,
no tan solo un momento,
todos tu días y tus horas,
te amo porque te quiero.
Y callo ahora por fin,
para recuperar el aliento,
añadir, si quieres, un adios
y luego, tan solo el silencio.

lunes, 14 de marzo de 2016

La playa











Hoy he vuelto a tu playa.
Me preguntó por ti,
recordaba tu piel dorada
tendida sobre su arena,
el calor de tu cuerpo,
el suave murmullo de tu respirar.
Y el mar susurraba tu nombre,
anhelaba abrazarte,
acariciar cada rincón de ti y,
en el romper de sus olas,
lloraba por no tenerte.
Y yo reviví el sonido de tu risa,
la música de tus palabras,
la dulzura de tus abrazos,
tus huellas perdidas en la arena.
Hoy me uní al mar y a la playa
y juntos miramos el pasado,
sentimos la nostalgia
de un tiempo de magia,
de cálidas noches de luna,
de estrellas huyendo en el cielo,
de complicidad y esperanza.
Y prometí devolverte allí,
tal vez mañana,
cuando cogidos de la mano
volvamos a reír y a soñar,
cuando las nubes del silencio
no logren ocultarnos nada.