Hoy he vuelto a tu playa.
Me preguntó por ti,
recordaba tu piel dorada
tendida sobre su arena,
el calor de tu cuerpo,
el suave murmullo de tu respirar.
Y el mar susurraba tu nombre,
anhelaba abrazarte,
acariciar cada rincón de ti y,
en el romper de sus olas,
lloraba por no tenerte.
Y yo reviví el sonido de tu risa,
la música de tus palabras,
la dulzura de tus abrazos,
tus huellas perdidas en la arena.
Hoy me uní al mar y a la playa
y juntos miramos el pasado,
sentimos la nostalgia
de un tiempo de magia,
de cálidas noches de luna,
de estrellas huyendo en el cielo,
de complicidad y esperanza.
Y prometí devolverte allí,
tal vez mañana,
cuando cogidos de la mano
volvamos a reír y a soñar,
cuando las nubes del silencio
no logren ocultarnos nada.
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